Cuando leí el título de la convocatoria de Gustavo para esta semana me dije: — que poco inspirador — Luego, mientras fregaba los platos mi cerebro dio vueltas igual que el bombo de la lavadora cuando inicia el centrifugado. Entre sacudida y sacudida se me formularon distintas cuestiones: ¿Escribo para demostrar que existo, o porque existo? ¿Soy porque estoy? ¿Estoy porque soy? Menudo trabalenguas, al terminar de recoger la cocina me dolía la cabeza.
No era plan de escribir, las migrañas no son buenas consejeras. Tampoco leer, los latidos de las sienes me hubieran impedido disfrutar de ello, así que instalé la tabla de planchar con el fin de rebajar la pila de ropa que esperaba desde hacía días en un barreño. Cuando el piloto rojo indicó el momento acerqué mi mano a la primera prenda y de repente la camiseta se alzó frente a mi con las mangas en jarras. Miré bien el frasco de los calmantes por si estaban caducados; pero no. Al segundo intento una sudadera me amenazó con los dientes de sierra de su cremallera. No insistí una tercera vez, era evidente que aquel no era un buen momento. Desenchufé la plancha, me puse el pijama y me fui a dormir.
A la mañana siguiente las amotinadas no recordaban nada, pasaron una a una bajo la superficie lisa y candente de la plancha, sin rechistar.
Volviendo al tema propuesto por Gustavo, diré que escribo en Blogger para compartir ideas, emociones, vivencias y algún que otro disparate. A veces con algo de acierto, otras menos; nunca para demostrar nada. Si es cierto que el lector confirma que no he muerto al ver el blog actualizado.
De cualquier manera, como dijo no sé quién: Sólo existes mientras vivas en la memoria de alguien.
http://callejamoran.blogspot.com/2011/05/una-convocatoria-literaria-este-jueves.html
jejejeje creo que a todos nos pasa más o menos lo mismo.somos adictos, es cierto, pero no creo que dependamos de ello!
ResponderEliminarUn abrazo.
Evidentemente Ardilla, escribes porque existes y además tu existencia es positiva, al menos eso se percibe en tus textos como en el de hoy, desde el que respondes a la convocatoria con una instantánea sencilla y divertida. Lo cual los que somos receptores de ello te agradecemos.
ResponderEliminarBesos
Un micro surrealista dentro de una confesión sincera que comparto, aunque seamos distintas, aunque estemos distantes, a través de este medio nos acercamos, es como prodigioso, una maravilla.
ResponderEliminar¿Miraste que la plancha no estuviera embrujada? Las hay, y lavadoras succionadoras, ojito ardillita saltarina.
Ojito que te leo y te envío un beso.
Escribes porque existes, creo que es una verdad incontestable, pero también por medio de la escritura, das vida como esa que otorgas a camisetas rebeldes y sudaderas amenazantes. De las dos cosas nos alegramos mucho los que tenemos la suerte de compartir este medio que nos acerca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si la ropa que espera en mi cesto se empieza a rebelar, mejor me voy de casa, porque me parece que hay más pendiente de plancha que planchada, jaja.
ResponderEliminarAl final, como siempre, aciertas al decir que mientras nuestras entradas sigan apareciendo, el lector supondrá que no nos hemos muerto, pero mejor no vayamos por esos derroteros, no nos de por pensar cosas tristes.
Un beso.
Es evidente que existes... pero la arruga es bella. No planches.
ResponderEliminarBueno ardillita hoy has compartido vaya que sí, entre tus preciosas palabras unas sonrisas de oreja a oreja,todos al unísono coreamos
ResponderEliminarBienvenida Ardilla Roja.
Un abrazo.
"Solo existes si vives en la memoria de alguien". Me ha gustado y tienes toda la razón, las personas no mueren mientras vivan en el corazón de las personas.
ResponderEliminarEs una buena reflexión.
Un beso
Hola Ardilla, pues tu no vas a morir en mi memoria, desde luego, porque siempre es un soplo de aire fresco venir a tu árbol a leer un ratito.
ResponderEliminarBesos
Eureka: existimos sí, por esto entre nosotros y por otras cosas para otros. Todos son síntomas vitales que nos permiten disfrutar de pequeñas recompensas, como un comentario, una sonrisa, una taza de café, un vale la pena haber venido hasta aquí...
ResponderEliminaren fin, vale lo que se hace con cariño.
un abrazo
La ropa suele amotinarse, es normal, a nada ni a nadie le gusta estar amontonado en un canasto esperando a que los demás se acuerden de su existencia ...
ResponderEliminar;)
Las ardillas escriben si, y a veces desaparecen del árbol durante un tiempito, pero siempre vuelven. Y nosotros seguimos al pie del árbol esperando verlas aparecer.
Me alegro de verte este jueves en la ronda.
un abrazo
Menuda mezcla, "una adicción con una contradicción", no vale mezclar , que luego pasa lo que pasa.
ResponderEliminarVives, existes y te leemos. Buena tu frase final que no es mas que una realidad, que pena sería pasar por la vida sin crear sensaciones, sean las que sean...
Un abrazo
Estaba sentada bajo tu árbol ardilla, esperando verte saltar de rama en rama y estas de nuevo aquí y a la sombra me siento a leerte, me siento a sentirte porque escribes y eres, porque existes antes de ser y eres antes de existir...qué paradoja.
ResponderEliminarMenudo jueves al que te incorporas jajaja, me ha encantado leerte de nuevo. Besito
si es que casa cosa tiene su tiempo, estaba claro que ese momeno no era el de la plancha, ¿verdad?. Existes porque escribes pero tambien cuando planchas, todo es cuestión de como se viva.
ResponderEliminarUn beso
Hola Ardilla
ResponderEliminarEl efecto que nos produjo leer el tema de la convocatoria creo que ha sido muy parecido para muchos, yo lo suscribiría.
Los desarrollos han sido diferentes, en el tuyo parece que no solo acreditas que existes sino que todo toma vida propia, que una camiseta enfadada vale, pero aléjate por favor de sudaderas dentadas.
Disfruté leyendote. Un beso.
Nuestras letras hablan por nosotros sin dudas, y ellas quedarán en la memoria de quienes los leamos. Como ese momento tuyo mágico. Bravo ardilla!
ResponderEliminarBesote
Yo también realizo mis tareas cotidianas de forma semiatomática. Escribir es una de éstas.
ResponderEliminarEn cuanto a la memoria de la gente eso que tú has dicho hacia el final, es algo cierto. Estamos en el pensamiento ajeno.
Existir, haber escrito o planchado o lo que sea, es fenómenico. Cavilar en torno a ello entonces, cavilaré, siempre lo justo.
Tésalo