Siendo niña subía en la tartana de mi abuela, era la única que aún transitaba por carretera, frenaba a los automóviles que sin duda corrían más; pero mi abuela, mujer de mucho carácter, se negaba a retirarla de la circulación. Era divertido ver las caras de la gente cuando pasaban las mulas por en medio del pueblo.
Al saber que Dorotea proponía el coche de caballos como medio de transporte, me encantó la idea. Empecé a escribir mis razones para callar, pero me pesaba tanto el brazo que tuve que dejarlo. Es otra de mis peculiaridades, me gusta hacerlo primero a mano.
Ayer no pude pasar por vuestras casas. Lo he hecho ahora y me he quedado como siempre, sorprendida por la diversidad de enfoques. Cuánta creatividad hay escondida en cada blog; de verdad que es un placer visitaros. Sabed que aunque no os haya dejado comentario, os he leído a todos. Mi razón para callar es sencilla. Con el calor, el cansancio físico que me aqueja últimamente se multiplica. Disculpadme y permitidme que os felicite a todos desde aquí.
Un abrazo a todos y feliz domingo.
por lo que me corresponde, gracias por tu atención. cuidate y mantenete cerca nuestro, tengo la impresión que entre todos somos muy sanadores. besotes
ResponderEliminarGracias por tus palabras, cuídate ya sabes que desde este pueblecito en el que vivo te mando toda mi fuerza.
ResponderEliminarNo dejes de asomarte tan solo pon: Hola estoy aquí. Y nosotros te daremos cháchara y muchos cariños.
Besotes.
Paola.
ardillita, cuídate para dar tus saltos acrobáticos entre pino y pino. Aquí estaremos, pendientes del ruído que hacen tus nueces al chocar, del perfume que sólo tu captas, de los sonidos que entran por esas orejillas tiesas.
ResponderEliminar"Toujoirs avec toi" !salve! natalí
Aquí tienes mis cinco razones para decirte que te he echado de menos: por tu presencia cariñosa; por tus textos entrañables; por la atención que prestas a lo que escribimos los demás; por vivir en la parte de la naturaleza que más me gusta, o sea, el bosque; y por ser una amiga de la que solo sé que se llama Cati y se dedica a cuidar a niños... es una carta de presentación formidable.
ResponderEliminarUn beso y cuídate mucho.
Eres unica, Ardilla.
ResponderEliminarHaces el esfuerzo de leernos a todos, aun con calor y con cansancio... y encima pides disculpas por no dejar comentarios.
Un beso muy fuerte, cuidate y mejorate. Ahora todas tus energias tienen que estar centradas en ti.
Hola Ardilla!! Mi vecina del bosque!! Sabes? A veces me olvido que me había mudado a un bosque y cuando te leo vuelvo a sentir la frescura de los árboles y el sonido del viento. Un poco de la magia que tenes.
ResponderEliminarHacia mucho que no venía por tu casa y se me antojó tomar un café, dejá que yo lo hago, vos quedate sentada y contame esas historias de los abuelos que tanto me gustan.
Yo me perdí el sábado de esta semana, bueno... yo vivo perdida!! Pero me hubiera venido bien para decir mis razones para callar, tengo tantas!!!
En fin, solo quería estar un ratito en tu compañía para que sepas que estoy cerca aunque mis letras no se vean.
Un abrazote con toda la suerte del universo para vos!!
El mundo es demasiado grande, casi infinito y rápido como la luz y uno lo recorre con la velocidad de los sentimientos, que es lenta pero hermosa.
ResponderEliminarBueno, Ardi, hoy toca mimarte a ti. Desde luego que te echamos de menos, y desde luego que te comprendemos; ya ves, si yo fui la conductora del sábado pasado y ni me dio tiempo a dejar comentarios en todos los blogs. Bueno, yo creo que aquí hay gente muy maja y comprende, porque a todos nos ocurre alguna vez.
ResponderEliminarOye, que para la próxima, ya sabes que el bus dispone de un sillón especial para viajeros especiales que pueden subir sin billete (me lo acabo de inventar, jajaj).
No pierdas fuerzas y saluda desde tu ventanita cuando puedas, que eso cansa menos.
Un abrazo muy fuerte, Cati. Aquí estamos para lo que necesites. Ya lo sabes.
Hola Ardilla. Espero que poco a poco te vayas recuperando. Es bonito rememorar un pasado tan lleno de recuerdos, como tú lo haces hoy.
ResponderEliminarUn abrazo. Cuídate.
Querida Ardilla:
ResponderEliminarespero que te mejores y te agradezco por tu constante presencia y calidad humana.
Un abrazo!
Bueno por lo que a mí respecta te agradezco que nos hayas leido, tú cuidate y sigue cuando puedas deleitándonos con tus escritos.
ResponderEliminarUn beso
Ardillita. Un abrazo. Cuidate mucho. Es muy bello verte corretear por tu árbol. Un beso grande. milagros
ResponderEliminarÁnimo, Ardillita, cuídate, ¿sí?. Y no te preocupes por el invierno, entre todos te guardaremos nueces para que te sientas bien.
ResponderEliminarBikiños
Hola Ardillita, lo dicho: sos un sol!!
ResponderEliminarYa lo sabes. te queremos mucho y estamos a tu lado todos estos días.
Bendiciones soleadas
Tu presecia, se nota y como verás, sólo deseamos que acumules fuerzas para jugar con todos nosotros en el bosque o donde quieras.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Ardilla.
ResponderEliminarNo quiero cansarte. Sólo darte las gracias por tu entrada y decirte que, como el resto de tus amigos blogueros, te quiero un huev..y te deseo lo mejor en esta complicadilla semana que te espera, pero que pronto va a ser historia...
Seguimos por aquí, esperándote con la ilusión de leerte muy pronto.
Un abrazo grande cargado de ánimos.
Maat
Un beso Ardillita y cuídate mucho.
ResponderEliminarCuidate wapa, ya volveras con toda tu esencia cuando estes mejor, que los calores afectan muchisimo cuando uno no esta bien del todo. Besos y gracias por asomar la cabecita de vez en cuando
ResponderEliminarDescansa mucho ardillita, que se te hecha mucho de menos por aquí y ya tenemos ganas de verte a pleno rendimiento. :)
ResponderEliminarTe mando un abrazo vitamínico.
Cuantos años sin oir la palabra tartana, me ha retrotaido a mis años de joven, cuando veia tartanas por las calles de mi pueblo.
ResponderEliminarO la expresión: "Estás como una tartana".
Un beso Ardilla
Vente para este rincón, Cati, 17º y diluviando, ayss.
ResponderEliminarY además tenemos taller prontito en Vigo.
;)
Un beso.