Atendiendo a la proposición de Mónica del Blog Neogéminis para el relato de los jueves, en el que han de figurar al menos tres de los diez elementos propuestos, me sumo remarcando en negrita los seis que han inspirado mi ejercicio de 350 palabras. Ya me daréis vuestras impresiones.
un instrumento de precisión
un personaje en riesgo
un documento inesperado
una sustancia tóxica
un organismo en extinción
un artilugio ingenioso
un detalle insignificante
una promesa rota
una decisión difícil
una vestimenta inusual
Tras la lluvia, el asfalto reflejaba las luces de los comercios, los semáforos, y algunas guirnaldas, que ciertos locales mantienen ignoradas durante semanas pasadas las fiestas navideñas. Al verlas, Cristina recordó que debía regar el abeto, o acabaría seco como los de años anteriores. Aunque en ese instante le preocupaba más un asunto que debía comentarle a Ricardo lo antes posible. No quería llegar tarde; después de pensar en el árbol unos segundos, aceleró el paso de manera mecánica hasta el inmueble.
Cruzando el amplio vestíbulo se encaminó hasta el primer ascensor, accionó el botón número seis, y pasados unos minutos eternos llegó a la sexta planta. Tras abrirse las puertas recorrió el pasillo que la llevó hasta la habitación 615. Él estaba esperándola con el gesto frío y distante. Cristina lo miró con tanto amor como rabia. Dejó el bolso sobre la mesita, agarró una silla, se sentó frente a él y le habló:
- Debería odiarte, Ricardo. Dijiste que querías verme feliz, me prometiste que nuestra vida sería sencilla, que jamás me abandonarías… Y fíjate. Estás aquí sin decir nada, te limitas a verlas venir, mientras yo me enfrento a la decisión más difícil de toda mi vida. ¡Ni siquiera te pido que hables! Pero sería un detalle por tu parte, insignificante tal vez, que me mirases cuando lo hago yo. Me animaría un poco en esta situación tan complicada.
- Dime que esta no es otra de tus incontables bromas en las que siempre he caído como una inocente. ¿Recuerdas el día que te disfrazaste de Elvis Presley, con aquella peluca ridícula y la guitarra de plástico? No era lo más adecuado para la fiesta hawaiana que organizaba tu amigo Samuel, pero a ti siempre te ha importado poco la opinión de los demás, querías verme reír y lo conseguiste.
- Ricardo, escúchame, ayer me dieron un documento que tendré que firmar antes de dos semanas. No seas cabrón. No me dejes sola frente a esto. Si te odiara sería más fácil autorizar que te desconecten de esta máquina infernal que respira por ti. ¿Acaso no quieres volver a casa?
Ese final es impactante , me ha sorprendido no sabes como . Muy bien llevado esa intriga fíjate , pensé que iba por otros retorteros. Muy bueno . Un besote
ResponderEliminarGracias!!! La verdad es que no estaba muy segura de publicarlo, pero es lo que salió y ahí queda.
EliminarUn besito, preciosa.
El final, por Arceus el final, muy bueno, no me lo esperaba, excelente me dejo impactado, sin palabras JAJA muy bueno, muy bueno
ResponderEliminarVaya, Miguel.
EliminarMe alegro de que hayas disfrutado de este desvarío
Si acaso bebe agua al salir, que tampoco quiero que nadie se infarte jaja
Gracias por venir :-)
Se deja llevar la intriga que se respira tras la protagonista, sin sospechar hasta el final, ese final.
ResponderEliminarBuen relato!
Un abrazo,
Hola Cecy:
EliminarGracias por tu amable comentario. Siempre se intenta escribir de forma que el lector entre en la historia. Si se mantiene la atención hasta el final y encima sorprende, pues "miel sobre hojuelas"
Un abrazo.
Nos acompaña la intriga hasta el último párrafo con este impactante final! Para mi el motivo era totalmente inesperado! Aunque temo mucho que el pobre Ricardo no podrá ni mirarla a los ojos, ni contestarle ni firmar el documento! Un abrazote Ardilla Roja! Marifelita
ResponderEliminarLamentablemente, Marifé. El pobre Ricardo no parece tener ganas ya de nada. Ni insultándolo reacciona.
EliminarGracias por pasarte.
Un abrazo.
Como envidio a Ricardo el del traje de Elvis y guitarra de plástico, al menos tiene una mujer a su lado que se interesa por sus opiniones, aunque Ricardo no este "ya" en condiciones de expresarlas en modo alguno...................bueno, igual si, un "silencio" a veces expresa mucho mas que palabras dichas atropelladamente y sin orden o sentido real y profundo, pues en el fondo lo envidio, sabes tu lector de este comentario?, si alguien se preocuparía de ti como lo hizo Cristina con Ricardo?.
ResponderEliminarBueno... No hay que ponerse dramático. El relato es pura ficción, tampoco lo toméis al pie de la letra. El mal tiempo que tenemos por aquí, hace que mi cerebro adopte el color gris y surjan ideas de este estilo. Los personajes me dictan qué escribir. No envidies la suerte del pobre Ricardo. Seria una faena enorme para quien te quiere.
EliminarGracias por tu comentario, como te llames :-)
Pero si el disfraz de Elvis es todo un clásico imbatible.
ResponderEliminarVaya, Carbónidas.
EliminarAnda que los nombres que os ponéis algunos, tiene tela.
El disfraz de Elvis es un clásico, en eso llevas razón, pero tu no viste a Ricardo con el disfraz puesto.
Gracias por venir :-)
Me ha parecido muy impactante! Todo el tiempo pensando que Ricardo estaba siendo simplemente distante e insensible con la protagonista, cuando en realidad ella le hablaba dormido conectado a esa máquina. Que impresión me he llevado al leer el final. Maravilloso relato, y muy buena la forma de encajar cada tema. Un abrazo!
ResponderEliminarHola Sckyw.
EliminarLe temía bastante a este reto, la verdad. Hasta ultima hora dudé de si publicarlo o no, pero bueno, ahí ha quedado. Y si además recibo comentarios tan bonitos, me doy por satisfecha.
Muchas gracias por venir y feliz resto de semana :-)
Excelente. Perfectamente relatado hacia un final inesperado que nos pone en situación frente al drama del pobre Ricardo. Muy bueno. Me alegra que hallas encontrado la inspiración para sumarte al reto, Ardilla. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Mónica.
EliminarYo misma me sorprendo a veces de lo que sale de mi cabeza. Espero que las musas sean benévolas conmigo y me acompañen mucho tiempo porque no quiero volver a sentir miedo frente a la pantalla blanca del ordenador. Regresar al blog ha sido como respirar aire fresco de nuevo.
Un abrazo fuerte, preciosa.
Bien llevado y con un final realmente sorprendente. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Gracias por pasarte Lady_p Que bueno que te haya gustado.
EliminarUn abrazo también para ti.
no quisiera yo verme en esa tesitura con un ser querido. terrible decision Un abrazo
ResponderEliminarHa de ser horrible, Rodolfo.
EliminarGracias por pasarte :-)
Un abrazo
Decisión más difícil no creo que la haya.
ResponderEliminarEl final es muy bueno para distender la situación con ella misma.
Una situación en la que no me quiero ver nunca.
EliminarGracias por pasarte :-)
Un beso.
Hola, Ardilla: ¡qué triste! La decisión sí que es difícil, sí. Esto me recuerda que tengo que rellenar antes los papeles que ella le pide, por si acaso. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
La verdad es que nadie piensa en eso, Merche. Y nunca se sabe qué puede pasar mañana. Menudo marón para el que queda.
EliminarUn abrazo también para ti :-)
Duro, triste he impactante micro. Estar en esa situación es terriblemente difícil. Tremenda decisión. Un abrazo
ResponderEliminarHola Nuria.
EliminarGracias por venir y tu comentario. Es cierto, no quisiera verme nunca ante una decisión así.
Un abrazo para ti también.
Pobre Ricardo y pobre ella, que tiene que tomar una decisión tan difícil.
ResponderEliminarMuy bien usadas las frases.
Un abrazo.
Hola Demi.
EliminarMuchas gracias por tu amable comentario.
Feliz fin de semana :-)