09.06.09
Está siendo una noche difícil. El miedo a que la bolsa del suero quede vacía me impide dormir con normalidad. En situaciones así, me dedico a descubrir sonidos que durante el día apenas percibo. Así, el burbujeo del oxígeno de Madame Ling o su propia respiración, toman protagonismo.
A partir de las dos de la mañana el ritmo de la ciudad de Toulouse se ralentiza. En medio del sin fin de puntos de luz que alumbran las calles, los semáforos de una plaza con su baile rojo y verde consiguen sumirme en un intenso sopor; pero el grito de alguien llamando a las enfermeras me devuelve de nuevo a mi vigilia. El nivel del suero ha bajado mucho. Decido concentrar mi vista en el goteo incesante, "cling, cling, cling"…. Siento como entra en mi vena, segundo a segundo, continuo, húmedo, frío… Ya queda poco y sin embargo parece que no tenga fin.
No sé cuándo me he dormido. La enfermera que me ha quitado la bolsa de la disolución salina ha sido tan sigilosa que no me he dado cuenta. En la pantallita del móvil veo que son las tres y media. El ulular de las sirenas de las ambulancias se intensifica a estas horas de la madrugada y el sueño, complicado desde el inicio, se ha roto por completo.
Recuerdo que una noche siendo niña tampoco podía dormir. No cesaba de dar vueltas en la cama y mi abuela desde su cuarto me chistaba: -¡Shhh! ¡Para ya! Si no te quedas quieta no te podrás dormir-.
Su técnica no funcionó, cuando mis abuelos se estaban levantando para ir a coger tápena yo todavía seguía despierta.
Pese a la insistencia de mi abuela para que me quedase en la cama, me daba miedo quedarme sola en aquella casa tan grande y me fui con ellos.
La poca hierba de los bancales, perlada de rocío mojaba mis piernas. Era agradable respirar el frescor de la tierra en un amanecer todavía violáceo, con un sol que apenas despertaba.
-Tú no cojas que te pinchas-, me decía mi abuela para impedir que me acercase a la mata. Ella sabía que en mi afán por ayudarles, entorpecería sin duda su tarea. La tápena había que cogerla deprisa, antes que los rayos del sol le quitasen su frescura. Si la cosecha era buena, una parte la vendería y la otra la pondría a macerar en sal y vinagre. Eran otros tiempos y las cosas más sencillas. Ojalá esta noche hubiesen estado mis abuelos en la habitación de al lado.
El cielo de Toulouse empieza a clarear cuando entran a cambiar las sábanas de Madame Ling. Su edema pulmonar la hace toser con tanta violencia que se ha orinado en la cama. Sentada en el sillón, con su negro cabello revuelto, intenta ocultar su rostro con sus manos menudas. No quiere que nadie la vea la vea llorar.
Te deseomla mayor de las suertes mi qurida amiga y espero que todo salga muy bién.Recupérate pronto.Besos a tu alma y algún dia nos seguiremos leyendo.Besos.MJ
ResponderEliminarQue conmovedor relato, por la forma en que lo cuentas, tan sencillo y tan humano, que hace que llegue dentro.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor y que pronto estes recuperada.
Un besito muy cariñoso
Ánimo.
ResponderEliminarUn beso
Un conmovedor relato, cuidate mucho ardillita, espero que pronto termine tu periplo por los hospitales... Tedeseo una pronta recuperacion y saltos inimaginables de rama en rama
ResponderEliminarEstoy leyéndote con el corazón encogido porque muchas, demasiadas veces he acompañado a mi hijo en trances de médico, de urgencia, de hospital. Siempre hay buena gente entre el personal y otras personas que te alivian el trance, y siempre te entristeces al estar tan cerca de otros problemas aparte de los tuyos propios.
ResponderEliminarÁnimo, y un beso.
Hola Ardillita,
ResponderEliminarCuando no puedo dormir, imagino cosas bonitas. Recuerdos lindos como el tuyo.
No te dejes vencer y no dejes escapar esa positividad. Estoy segura que esto quedará atrás y vendrán cosas preciosas, lindas.
Tesorazo, estoy contigo!!!
Cuidate un montón. Todo lo que puedas y muuuucho más!
Eres un sol de primavera lleno de magia!!
Abrazotes enormes hipervitaminados!
te dejo un beso y me voy con esa imagen de tu infancia tan especial.
ResponderEliminarun abrazo
Dichosa tú que mantienes los ojos abiertos y eres capaz de hacer protagonista de tu historia a una pobre mujer enferma. Cuántas personas anónimas no habrán formado parte importante de nuestros pensamientos en estos y otros trances que lidiamos con la vida.
ResponderEliminarMuy bien, Ardilla. Mantente ocupada aunque sólo sea contando las gotas que caen de ese tubo.
Muchos besos.
Mas besos para mi Ardi. Y un achuchón, también.
ResponderEliminar¡Ánimo pequeña!
Espero que no pases mas noches como la que nos cuenta y te recupere pronto.
ResponderEliminarComo no sabia lo que eran tápena , pues a google me fui y voila: alcaparra en dialecto murciano ; es correcto?.
Lo de cosas aprendemos con los blogs amigos !
Abrazos desde Malaga.Annick
Qué larga es la noche cuando no se duerme y más cuando no se está en casa.
ResponderEliminarMe encanta tu forma de contar las cosas.
Un abrazo y mucho ánimo.
Pasé para desearte te recuperes prontito.Abrazo.
ResponderEliminarEspero que pronto salgas de entre batas blancas y jeringuillas, y vuelvas a casa.
ResponderEliminarun saludo
Me encanta leerte, describes a la perfección las sensaciones del desvelo, que para mi siempre son una putada ¬¬ porque me encanta dormir,claro está, pero cuando te leo me pongo tontita y me digo :
ResponderEliminar"¡si es que hay que ser mu grande, leñe, para escribir algo así!".
Seguro que a esta mala racha le queda muy poquito tiempo y antes de darnos cuenta estarás contándonos cómo hacías ese chasquido, con la lengua en las muelas y la boca de medio lao, para que la Ling dejase de roncar :P...¿una sonrisita? ;)
Un besazo guapa,cuídate :D
No sé si te servirá de ánimo, pero esa prosa con la que describes tu vivencia inmediata es un movimiento perfecto; cadencioso, tierno, musical; y lleno de una humanidad desbordante.
ResponderEliminarUna infinidad de besos para que te recuperes pronto.
Ánimo, Ardillita, recupérate cielo.
ResponderEliminarBikiños
Al corazón, tus palabras han dado de lleno en mi corazón.
ResponderEliminarBesotes muchisimos besotes.
Paola
Me cuesta creer que estés realmente en esa situación porque cuando yo veo una bata blanca pierdo todas mis facultades, pero tu alma de escritora te hace ver todos los detalles y extraer todos lo matices de esa situación que espero no sea demasiado importante.
ResponderEliminarPonte bien pronto y no dejes de escribir nunca.
Ardillita, los recuerdos de la infancia te visitan y te dan chispas de frescor, como cuando ibas al campo.
ResponderEliminarAmanece en Toulouse, bella ciudad, amanece en tu corazón, te acompañamos, ánimos, y que mejores pronto, te esperan los pinos y los piñones.
Agradezco que hayas puesto mi Ogra que te mandé de regalito porque lo mereces, cariño. Bsito muuy dulce.
Hola Ardilla.
ResponderEliminarSe te echa mucho de menos por aquí. Te agradezco la molestia que te tomas de ponernos unas tiernas letras para que nos hagamos una idea de lo que estás viviendo.
Ojalá pudiéramos hacerte algún rato de compañía...
Un abrazo grande.
Maat
Hace poco contaba en mi blog que, por falta de inspiración y de tiempo, cerraba temporalmente el chiringuito. Una avispada amiga advirtió que tras el cierre había alguna crisis más que la fotográfica y me recomendó sacar partido de ella: los malos tiempos, dice, pueden ser propicios para la creatividad si se les sabe extraer el jugo.
ResponderEliminarVeo que tu insomne estancia en el hospital (¿por qué hacen que el descanso sea tan difícil?) ha dado de sí para dos buenos textos.
Sigue así, dándole la vuelta a la vida y convirtiendo los malos ratos en momentos de inspiración.
Besos.
Hola Ardilla.
ResponderEliminarMe sumo a los buenos deseos que esperan tu pronta recuperación y te reitero el gusto que siempre siento al leerte, aunque ésta vez, el relato hable de experiéncias no muy gratas para tí.
Un beso con mucho cariño.
Querida Ardillita
ResponderEliminar¿Como estas?
Ya sé que no estas para premios, pero te quiero ceder 3 que me han dado y que me parece que todavia no los tienes.
No hay prisa, cuando puedas, cuando quieras, y si no te ves con ganas, pues no pasa nada.
Besosssssss y Mejorate enseguida, eso es lo importante.
Tú si que eres valiente, desde aquí reitero mis palabras de ánimo y gracias por pasarte por mi blog.
ResponderEliminarUn abrazo