La decoración le recordaba a aquellas jaimas que tuvo ocasión de ver en alguno de sus viajes a Marruecos, cuando la posición y el dinero le hacían ser alguien importante y respetado. -Tal vez esto sea una señal y mi vida cambie a partir de hoy-, pensaba Tomás envuelto por la tenue, ambarina y acogedora luz que brotaba de las lámparas de barro de la sala.
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martes, 14 de abril de 2009
"La noche de Tomás" - PROPUESTA CREATIVA de Susana
Susana en su blog PALABRAS MAGICAS, propuso hace unos días escribir un relato a partir de un primer párrafo hecho por ella. Este es el resultado. Podéis ver más aportaciónes en su blog
La noche de Tomás
Ya desde la esquina, a pesar de la oscuridad profunda reinante en la calle desierta, sin farolas, Tomás distinguió a lo lejos un brillante resplandor dorado. Caminó hacia él, cauteloso, escuchando únicamente el repiqueteo de las suelas gastadas de sus zapatos sobre el húmedo adoquinado de la acera. El frío de aquella noche invernal se colaba por los agujeros de su raído abrigo de paño y, por un momento, tuvo la tentación de darse media vuelta y volver al callejón con los demás mendigos, a calentarse junto a las amables llamas de la fogata común. Pero algo dentro de sí mismo parecía empujarlo hacia aquel brillo de oro. Cuando faltaban sólo unos metros se detuvo para contemplar desde cierta distancia las majestuosas formas de las letras de aquel cartel.
Club ‘Las mil y una noches’ Tras unas letras doradas, no podía haber nada reservado a los pobres, se dijo resignado. Bajó la mirada dispuesto a regresar de nuevo al callejón, cuando vio un papel pegado en la puerta. Se acercó para verlo mejor y en el se leía: “Primer cliente, todo gratis” Hacía tiempo que Tomás no estaba con una mujer. Pensó que tal vez fuese un olvido, o una broma y que sólo haría el ridículo si entraba. Hacía apenas unos meses hubiese podido pagar la puta más cara de la ciudad; pero era otro tiempo y otras circunstancias.
Escuchaba lejanas las voces de los demás mendigos en el callejón, voces de desidia, miseria, hambre... En ese instante, se vio en medio de dos mundos separados únicamente por una puerta pintada de azul, sólo tenía que empujarla y con algo de suerte podría darse un baño caliente, comer algo y dormir abrazado al cálido cuerpo de una mujer.
Puesto que nada podía perder, se decidió a entrar. Le costó adaptar la vista a la luz rosa que alumbraba el discreto zaguán y nervioso; pero decidido, apartó la cortina de terciopelo rojo que lo separaba del local.
La decoración le recordaba a aquellas jaimas que tuvo ocasión de ver en alguno de sus viajes a Marruecos, cuando la posición y el dinero le hacían ser alguien importante y respetado. -Tal vez esto sea una señal y mi vida cambie a partir de hoy-, pensaba Tomás envuelto por la tenue, ambarina y acogedora luz que brotaba de las lámparas de barro de la sala.
La decoración le recordaba a aquellas jaimas que tuvo ocasión de ver en alguno de sus viajes a Marruecos, cuando la posición y el dinero le hacían ser alguien importante y respetado. -Tal vez esto sea una señal y mi vida cambie a partir de hoy-, pensaba Tomás envuelto por la tenue, ambarina y acogedora luz que brotaba de las lámparas de barro de la sala.
Abstraído por el aroma del incienso y el jazmín, no se dio cuenta de que ya no estaba solo.
-Bienvenido, guapo. Sabes que por ser el primero, puedes pedir lo que desees. ¿Estas dispuesto a pasar una gran noche? Más cornadas da el hambre y hacía demasiado tiempo que Tomás la tenía como única compañera. No iba a desperdiciar la ocasión para que otro la aprovechase, por eso no dudó en seguir al moreno musculoso de ojos verdes, que enfundado en un tanga de cuero negro le esperaba sonriente.
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JOER ARDI...JA,JA,POBRE HOMBRE,O QUIZAS LE GUSTASE.
ResponderEliminarJA,JA,QUE IMAGINACION LA TUYA.
BESAZO.MJ
Más cornás da el hambre, pero esto era un pitonazo de los de ahí te espero, jajajaja.
ResponderEliminarEstoy con Mª José, qúe imacinación la tuya....
besos.
Ardilla, lo primero es agradecerte tu comentario al enlace en el blog del Desván. Ya he quitado esa parte del título que no correspondía. Gracias por estar atenta.
ResponderEliminarMe ha divertido mucho tu relato, me parece muy bueno. He sonreído con ese anuncio de "primer cliente todo gratis"; y el desenlace no me lo esperaba. Como apunta María José; quién sabe, puede ser el principio de una gran amistad. Y lo del "pitonazo"...; bueno, ya el resto sí que queda a la imaginación de los lectores.
Muy bien.
Un abrazo,
Ramón
ESto si que no lo esperaba, jajaja, me ha encantado, más cornadas da el hambre, jeje.
ResponderEliminarSOY YO OTRA VEZ..DONDE VENDEN LOS TANGAS DE CUERO?JA,JA,JA,JA.ERES GENIAL¿LO SABIAS?
ResponderEliminarNIÑA ERES UNICA LO SABES?, ANDA QUE YA TE VALE CON QUE MAS CORNAS DA EL HAMBRE EHM... PUES NA EL RESTO QUEDA A LA IMAGINACION DE QUIEN CORRESPONDA... ALLA CADA UNO CON LO QUE LE PONGA DE MAS, PERO SEGURO QUE COMIO ALGO Y SE DIO UNA DUCHA CALIENTE Y AL FIN Y AL CABO PODIA PEDIR LO QUE QUISIERA....
ResponderEliminarJEJEJE... ¡Qué bueno, Ardilla! Me ha parecido muy divertido este relato. Con tal de dormir calentito (¡y tanto!) una noche, el hombre ya se debió sentir "más o menos" feliz.
ResponderEliminarMuy ingenioso.
Gracias por haber aceptado mi propuesta, guapetona.
Un besote
La historia es sorprendente y humorística, dotada de esa redacción de fácil lectura (algo realmente difícil de lograr), amena e inteligente. La atmosfera de suspense primero y la resolución fuera de lo habitual y esperado, obligan a sonreir, sino a algo más.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Respecto al asunto en concreto y tal y como yo lo veo, no supone ningún problema. ¿Todo gratis? Pero eso no le obliga a tomar nada que no desee.
Quiza duerma un poco menos calentito, pero que más da. O, tal vez...
Ardiiiiiiiiiiiiiiiiii..que sigue saliendo Amelie:(
ResponderEliminarSOY YO..MIL PERDONES.,ES QUE HOY INTERNET ESTA VAGO.BESOS.
ResponderEliminarMuchas gracias a tod@s. Celebro que os haya gustado, porque me divertí mucho preparándolo.
ResponderEliminarGracias profe. Tu opinión es muy alentadora para mi.
Un abrazo a tod@s
ARDILLITA, ESTAS EN TODAS VOS¡¡¡
ResponderEliminarCUANTA INICIATIVA LITERARIA HAYA , AHI ESTAS VOS, Y SOS TAN GENIAL¡¡¡¡ TUS RELATOS SON UNICOS, ESTE SI QUE FUE CONUN FINAL DE LOS QUE NO ESPERAS JEJEJEJEJEJ
ME ENCANTO¡¡¡
GRACIAS ARDI, POR EL LINK, QUE DEJASTE EN EL OTRO RINCONCITO, EN UN RATITO , LO MIRAMOS CON AGUS¡¡¡
GRACIASSSSSSSSSSSSSSSS, BESOTE ARDI
Ardilla, pásame tu correo, o me escribes al mío, que no sé dónde lo he puesto, jajjaja
ResponderEliminarMi hija está mandándome mail con vuelos de precio rasante. jajjaja
Un cuento como un tobógán: en cuanto lo hayas empezado tienes que seguir leyendo porque la promesa de 'todo gratis' y las inocentes fantasias de Tomás me han llevado directamente al desenlace, no menos feliz por inesperado. Precios.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué error tan freudiano, lo de 'precios'! Mi teclado, que está de guasa...
ResponderEliminar'precioso' y 'tobogán'
Un beso.
jajajaja buen final, sorprendente. Aunque por lo menos mi Tomás tiene algo más de dignidad y no necesita pasar la noche en los brazos de un moreno para sentirse reconfortado.
ResponderEliminarAdemás podrá andar al día siguiente y me dá que el tuyo lo va a tener algo más dificil.
Muy bueno señorita ardilla. :)
Jajajajaaaaa
ResponderEliminar¡Quién es la gamberra hoy!
Me alegro de que a Tomás le vaya bien, para variar, sea como sea.
Ardillita,
ResponderEliminarjajaja que risa, entre tu y yo hemos hecho a Tomas un perdido, una lo mete en un burdel y la otra en un casino, o sea, las dos lo metemos en antros de vicio y perversión, pobre Tomas, y él sin un duro.
Y encima va y me equivoco de titulo ¿se puede pedir más?
Susana debe estar contenta...ja,ja.
Bueno, besitos. Sigo en Denia por eso me prodigo menos.
Vaya sorpresa el final, claro que pensandolo bien el que algo quiere algo le cuesta :) y quién te dice que no lo pasara bien ¿?
ResponderEliminarMuy bueno como siempre, eres genial.
Un abrazo con cariño.
Hola Ardilla: ¿Conque temia hacer el ridiculo si entraba? Jajaja
ResponderEliminarEres única. ¡Que imaginación!
Lo de "moreno musculoso enfundado en un tanga de cuero negro" ha sido demasié.
Un abrazo.
Maat
Pobre Tomás! Mejor el del tanga por un día que seguir contemplando el hambre, jeje! Qué bueno Ardi!
ResponderEliminar¿Sabes? Creía que te seguía y hoy me he dado cuenta que no, así es que me he agregado de seguidora para no perderme ninguno de tus relatos!
Un beso.
Hola.
ResponderEliminar¿Sabes? tu relato me ha recordado el chiste del león y el burro. Le dijo el león después de días en un enorme agujero y sin poder salir: Se te está poniendo una cara de CORDERO...
Pues eso: Al negro de nuestro amigo Tomás, seguro que se le puso una cara de mujer de banderas.
Precioso, original y con un final totalmente imprevisto.
Un abrazo.
Pepe.
Ah bueno pero que necesitado estaba Tomás pobrecito! jajaja!
ResponderEliminarNo me esperaba este final ni de casualidad, me sorprendiste =)
Mucha imaginación por ese árbol!
besos
Hola Ardi,
ResponderEliminarMe encanta el relato que has compuesto en esta ocasión.
La verdad, (para qué te voy a engañar ;) ), me ha dado penita el pobre abuelito.....pero nunca se sabe.
Mi niña, ¡¡eres muy grande!!
Besotes y Abrazotes