Esta semana Inma del blog, El Molí del Canyer nos reta a construir un relato en el que un puente sea el protagonista
Los iones desprendidos de los relámpagos se mezclaban con el olor de la tierra mojada y collares de perlas de lluvia colgados en las moreras de la plaza, dejaban caer sus cuentas una tras otra en el suelo. No quería volver a casa. Cada vez resultaba más difícil el reencuentro con la soledad compartida de mi mal llamado hogar. Me fijé en un diminuto riachuelo formado en el asfalto y por pura inercia lo seguí; por el borde de la acera, calle abajo, hasta verlo precipitarse por el sumidero de una alcantarilla.
Llegué al puente colgante sobre el río, que venía bastante crecido por las lluvias de los últimos días. Hacia la mitad de la pasarela me detuve. Agarrado al borde de barandilla y absorto en los remolinos que formaba el agua con el lodo mi cabeza daba vueltas. ¿Si saltara, a qué distancia encontrarán mi cuerpo? ¿Seré arrastrado como un viejo tronco o quedaré atrapado en el fondo? Poco importaba, los números no engañan. Tras años de lucha por mantener la empresa a flote, estaba todo perdido. Era fácil, no tenía más que subir a la barandilla y dejarme caer.
De repente, el teléfono móvil vibró en el bolsillo de mi pantalón. Era un mensaje de Clara:
“Hace mucho tiempo que no sé nada de ti.
¿Estás bien? Te echo de menos.
💓💓💓💓💓💓
La conocí en un viaje a Bruselas. Una mujer sin artificios, de belleza sutil, de carácter amable y tan transparente como su nombre. Un soplo de aire fresco para mi exiliado corazón. La hilera de corazones de su mensaje acarició mi alma, templó mi espíritu, me sosegó. Me recordó que un partido no acaba hasta que pita el árbitro y yo seguía vivo. Me alejé del puente a toda prisa dispuesto a poner fin a la opereta en la que se había convertido mi vida. Sería absurdo fingir más tiempo, a la postre, Inés se casó con mi cartera y yo dejé de amarla hacía tiempo.
Según la teoría del caos, si una mariposa bate sus alas en Nueva York puede provocar un tsunami en Australia. En este caso la mariposa tenía nombre propio. Si Clara envía ese mensaje unos segundos más tarde tal vez ahora estaría acompañando a los peces en el fondo del río y no escribiendo esta experiencia bajo el cerezo de su jardín.
* * * * * * * * * * *
Relato inspirado por el puente colgante de Saint Sulpice-la Pointe. Localidad en la que viví antes de llegar a Lisle sur Tarn.
El puente fue construido en 1849 sobre el río Agout, afluente del Tarn. Una gran crecida del rio en 1930 lo arrastró por completo. Siendo reconstruido en 1931 con las mismas características, cambiando únicamente el tablero que fue metálico en lugar de madera, y el cual soporta una capa de hormigón recubierto de asfalto. Es un lugar muy simbólico de la población y por desgracia el escenario involuntario de un suicidio en 1997
Podéis leer otras historias sobre puentes >>> aqui
En esta ocasion el desastre tuvo una oportunidad el mensaje.
ResponderEliminarHay puentes que si hablaran contarían mil, historias y no muy agradables, otras sí.
Una buena historia.
Besotes.
Por desgracia no siempre llegan los mensajes a tiempo, pero como soy dueña de mis relatos y sus finales, les pongo el que me hace mas feliz :-D
EliminarGracias por venir
Un beso, bonita.
Cuántos secretos e historias estarán custodiadas por puentes! Los puentes protagonizan muchas historias , n cabe duda. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
incontables secretos. Los de hormigón tienen menos cosas que contar, pero los de piedra... Hubo un programa en televisión que se llamaba "Si las piedras hablaran". Pues eso... Desvelarian muchos secretos.
EliminarUn abrazo :-)
Qué bello relato. La desolación del protagonista cansado de su vida que ve en el puente una forma de acabar con su sufrimiento interior. Y ese final bajo el cerezo del jardín. Bendito mensaje... Me encantó. Un abrazo
ResponderEliminarHola! Nuria.
EliminarSiempre intento escribir historias que emocionen de algún modo al lector. En tu caso parece que lo conseguí. Me alegra que te guste y agradezco mucho tu atenta lectura.
Un abrazo.
Me encanta la idea del efecto mariposa. ¿Acaso no nos influimos unas personas a otras? Y si conseguimos salvar vidas, mucho mejor.
ResponderEliminarHace un par de años, mientras estudiaba la carrera, el amigo de una compañera se suicidó tirándose por un puente. Me impactó mucho la noticia *.*
Un besazo juevero, Ardilla
Es tremendo, Dafne. El suicidio al que hago referencia en mis notas finales es el de la madre de un compañero de colegio de mi hijo. Una semana antes estuve merendando en su casa y no noté en ella nada raro. Fue horrible. Me costo mucho volver a pasar por ese puente.
EliminarGracias por la visita :-)
Un beso
Hola Ardilla, el destino, qué bonito, la salvó unos segundos y un mensaje de móvil. Gran desenlace y gran teoría la de la mariposa.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
El destino es caprichoso, Merche. A veces te salva y a veces te condena. Y la diferencia esta en un mínimo detalle. En este caso un mensaje de móvil.
EliminarUn abrazo para ti también :-)
La vibración del móvil que cambia un destino para bien...Como amante del sur de Francia me encantan tus notas finales. Gracias por sumarte, besos
ResponderEliminarHola Inma.
EliminarEncantada de participar. Tus puentes me inspiraron enseguida.
El puente colgante de Saint Sulpice es de las primeras cosas que visité al venir a Francia.
Me alegro haber aportado ese plus que te ha gustado.
Un beso.
La moda ingenua que existe ahora de enganchar candados de amor jurado para siempre en los modos , no es más que una manera de guardar todas esas historias que los puentes guardan entre sus estructuras.
ResponderEliminarTracy, lo de poner un candado en un puente nunca lo entenderé. Para sentir unión con alguien no hace falta ese tipo de simbología. Muchas veces basta una hilera de corazones en una pantalla de móvil.
EliminarGracias por venir.
Un abrazo
Buen relato Cati!!!. Qué bueno...se casó con mi cartera...Un puente hacia la esperanza el que escribes. Me gusta.
ResponderEliminarHola Santi! Me gustan las historias que acaban bien, o al menos dejan una puerta abierta. Me alegra mucho que te guste.
EliminarMuchas gracias por tu lectura y comentario :-)
Un puente con muchas cosas para contar, la historia de tu protagonista que es salvado por ese efecto mariposa que llegó justo a tiempo. Un buen relato y buena manera de hacer conocer otro puente para unir.
ResponderEliminarUn abrazo Ardillita,
Hola Cecy!
EliminarMuchas gracias. Cualquier vía de comunicación es buena para unir. Ya sea un puente, o un mensaje de móvil.
Un abrazo, linda :-)
Los puentes son como una llave mágica que abre nuevos mundos. Eso de encadenar un puente no es que sea muy bonito. No sé dónde tuvieron que quitarlos porque era tanto el peso, amén de la estética por exceso...
ResponderEliminarTu historia es bonita con ese mensaje de esperanza que, seguramente, es la simbología del puente.
Un beso enorme.
A mi tampoco me gusta ver candados en los puentes. Quien lo pone sabe que ha estado ahí,. ¿ Acaso no basta una foto como albacea de ese recuerdo? A lo mejor el hecho de ponerlo les haga creer que su amor es para siempre. Me gustaría saber cuantas de las parejas que pusieron un candado en un puente siguen sintiendo lo mismo.
EliminarMuchas gracias por tu atenta lectura, Mag. Un mensaje en el momento oportuno puede hacer mucho bien. Como el puente que se encuentra para cruzar un rio.
Un beso.
¡Guau! Por contexto, descripciones y sobre todo, emociones, me ha parecido un relato potente y con mucha creatividad.
ResponderEliminarQue pases feliz fin de semana.
Besos.
Hola Noelia:
EliminarComentarios como el tuyo me animan mucho. Siempre intento transmitir a quien lee, lo que veo, siento, o simplemente imagino y despertar con ello alguna emoción. Si te ha llegado así, estoy muy contenta.
Muchas gracias por tus amables palabras.
Buen fin de semana :-)
tal y como leo has dado vida a un lugar inerte utilizando la situacion límite de una persona sin esperanza devolviéndosela en el momento clave, todo tu relato es convincente y adecuado Un abrazo
ResponderEliminarHola Rodolfo:
EliminarEn este caso he utilizado para este relato un lugar real, en el que se da una situación ficticia. Aunque si es cierto que ese puente fue el escenario del suicidio de una mujer.
Gracias por la visita, tu atenta lectura y tus palabras.
Feliz fin de semana. :-)
Hola Ardilla Roja, muy buena historia y con final feliz, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarTambién me ha resultado muy interesante la información sobre los puentes, hay lugares maravillosos en el mundo y cada uno guarda su historia, al igual que los puentes que los unen, un abrazo.
PATRICIA F.
Hola Patricia.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Gracias por pasarte y tu comentario.
Un abrazo.
Bella historia donde la esperanza gana la batalla frente a la resignación y el desánimo. Muy oportuno el mensaje para tu personaje. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Mónica. Un mensaje a tiempo puede cambiar la historia por completo.
EliminarUn abrazo, linda.
El mensaje llegó en el momento oportuno, salvó al protagonista.
ResponderEliminarUn abrazo.
Exacto Demiurgo.
EliminarComo el relato es pura ficción, hice que el mensaje llegara en el momento oportuno. Es lo bueno de escribir, que puedes hacer posible lo imposible. La realidad es mucho más fea la mayor parte del tiempo.
Un abrazo :-)
Un magnifico relato con final tan adecuado como feliz, lo he disfrutado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Franconetti.
EliminarMe hace feliz que el lector lo pase bien leyendo.