Si la muerte fuera una cabra blanca con pitones largos, nos daría tiempo a correr y esquivarla.
De las muchas expresiones de mi padre, esta es la que más he recordado estos dos últimos meses. Algún día, cuando la herida sea apenas una marca en la memoria os hablaré más de él, hoy todavía no puedo, aún me duele su partida y mi corazón sangra al pensar en lo mucho que ha sufrido para irse. A veces la vida es muy injusta.
Os doy las gracias por los comentarios de apoyo y ánimo que habéis dejado al pie de este árbol durante mi ausencia y siento no haber estado presente para corresponderos en la medida que merecéis; pero como también decía mi padre: Lo primero siempre es antes. Mis pensamientos, mi persona y mi ánimo, han estado con él.
Esta es una breve aparición, en pocos días viajo de nuevo a Murcia para acompañar a mi madre y tras eso debo visitar de nuevo el hospital. Nada importante, simple rutina. Si sucede algo divertido o curioso ya os contaré.
Un abrazo y hasta pronto.
Hola Ardilla guapa, tu padre tenia toda la razón en lo de: lo primero siempre es antes y así debe de ser, añado yo.
ResponderEliminarYa ves que siempre hemos estado merodeando por tu árbol, para verte volar entre sus ramas, algo que haces como nadie.
Que te vaya todo lo mejor que pueda ser, porque por falta de méritos no sera.
Un besazo enorme
Me alegra mucho volver a leerte, querida Ardilla. Cuanta razón tenía tu padre. A veces no nos damos cuenta de las razones de las cosas, su primacía y relevancia.
ResponderEliminarCuidate mucho, vuelve para alegrarnos. Los amig@s siempre te abrazamos...
Besos,
Luis.
Un abrazo de primavera dejo en tus brotes... El curso de la vida sigue por mas hojas que caigan.
ResponderEliminarSe como te sientes... el bálsamo del tiempo te irá curando, amiga.
Mi más sentido pésame, Ardilla. Grandes lecciones ha dejado tu padre para que todos las pongamos en práctica...
ResponderEliminardos abrazos
Lo siento mucho, Ardi. La vida es así, y no hay vuelta de hoja.
ResponderEliminarTe envío un fuerte abrazo y todo mi ánimo para ti.
los años valen para ver la vida con diferentes colores.
ResponderEliminarmi pésame sincero, como todos los que por aquí pasamos
ahora reponte
un beso
mamá se me fue hace dos años ya. pero se fue sin el dolor que tu papá parece haber sufrido...no sé si esto te sirve de algo, pero es así, a veces la vida, su final, es una h.p.----
ResponderEliminarbesos, ardilla, mi primera conductora.
Ardi... te mando toda la energía del mundo y un abrazo enorme.
ResponderEliminarCuídate mucho.
ARDILLITA mía, ese árbol tiene poderosas raíces en la tierra, y ramas jóvenes, y piñas, te encontramos a faltar saltarina.
ResponderEliminarPero tú a tu ritmo, cuidándote mucho, cerrando heridas y abriendo memoria que estará siempre viva.
Ánimos y muchos cariños te envío.
Lo siento muchísimo, Cati. :(
ResponderEliminarTe envío todo mi apoyo y el deseo de que te cuides mucho.
Se entiende perfectamente que aún estés muy sensibilizada y poco tiempo y voluntad encuentres ahora para dedicarte a otra cosa que no sea tu familia.
ResponderEliminarSeguimos acompañándote de lejos -pero cerca- para lo que gustes y necesites.
Te esperamos.
Un abrazo.
Mi querida Ardilla:
ResponderEliminarme alegra que estés de nuevo aquí.
Siento que haya sido tan dolorosa esa despedida. Es bueno que hayas podido estar a su lado para acompañarlo en su recta final.
Mamá hará un año que se fue en abril. Lo mejor de esta experiencia, una vez se supera lo físicamente más horrible y la separación, es que ella está ahora en todas partes. He aprendido a sentirla en mí, a abrazarla sin cuerpo y hablamos más que nunca. Y he aprendido a ser mayor e independiente, ¡ya ves! a los 48 años.
Lo peor lo olvidarás. La herida cierra (si te das tiempo y no cierras en falso,; yo aún estoy en ello). Lo bueno de ese ser permanecerá contigo para siempre.
Perdona el rollo. No quiero aleccionar a nadie. Sólo compartir mi experiencia.
Ayer me acordé de ti y me pregunté dónde andarías. Me acuerdo muchas veces, aunque no te invada el buzón con mensajes, a sabiendas de que no tendrás tiempo o ganas de contestarlos.
ResponderEliminarSabes que siempre me gusta leerte, aunque las noticias no sean buenas, pero así es la vida y tú sueles reflejarla con mucho acierto.
Animos, besos y abrazos.
Ayer siempre es hoy, y hoy es siempre mañana. Quienes nos han querido y se nos han regalado permanecen para siempre.
ResponderEliminarCuando podamos convivir con el dolor este nos dejará bellos recuerdos.
Un abrazo.
Bienvenida Ardilla. Ánimo, piensa que él allá donde esté siempre estará contigo, seguro, parte de su persona quedará integrada en tí, por eso piensa que no lo has perdido del todo.
ResponderEliminarUn beso
Hola ardillita, me alegra saber de ti, aunque sea tras ese triste suceso. Mi añor está contigo y te deseo todo lo mejor. Espero que vuelvas pronto.
ResponderEliminarBesos
Lo siento mucho.
ResponderEliminarSon malos tiempos, pero también estos pasan dejando cicatrices que nunca se marchan. Aunque dejan de sangrar el día en que un buen recuerdo consigue hacernos sonreír con nostalgia en lugar de llorar.
Sube, ardilla, a las cimas de los árboles, que mañana volverá a brillar el sol entre las nubes.
Un abrazo.
Sólo puedo dejar sobre tus ramas,
ResponderEliminarel soplo de un viento de esperanza,
que lleve a pasear sobre las nubes,
las lágrimas ahora derramadas,
para luego retornar en esa lluvia,
que la primavera empapa,
y hace de un árbol hibernado,
un nido de palabras,
un refugio de amigos,
y un viento que lanza,
sobre quien quiera volar,
un abrazo con alas.
ójala mi abrazo, pudiera disipar parte de tu dolor Cati.
Me he alojado en una pensión en Granada. Esta ciudad era
ResponderEliminarun lugar de paso más en mi periplo. Hubiera cogido un autobús desde allí hasta la ciudad de Murcia. Pero me voy a Córdoba.
Ardilla, me lo pasé muy bien.
Un abrazo,
Tésalo
me entristece mucho haber pasado por aquí para leer esto, hacia bastante que no pasaba por tu árbol y hoy que me decido a hacerlo, me encuentro con algo tan triste. Lo mas fácil seria darte un abrazo y el pésame,pero no voy a hacerlo, solo voy a decirte que la vida es así de injusta a veces, pero lo que ella no sabe es que tu ante esa perdida tan importante como es la de un padre, no vas a dejar que ese pelaje tan llamativo de la ardilla, pierda su brillo y color... Un saludo desde Utebo, Mañolandia
ResponderEliminar