Esta semana Gustavo nos invita a escribir sobre las mentiras. No me gustan, generan decepciones, desconfianza, desaliento, dolor... Los embustes quebrantan ilusiones y gestan repulsión hacia quien los utiliza.
Distinta es la farsa, la ficción, el disfraz que nos ofrece un libro, una canción, o una buena película; este engaño nos evoca situaciones tal vez deseadas, algunas veces vividas y nos invita a soñar, a creer que cualquier cosa puede ocurrir. Estos artificios me gustan mucho.
Os pido disculpas. Por distintas razones estoy atravesando una temporada difícil, apenas dispongo de tiempo para escribir (casi tampoco para leer) y no he preparado nada para esta convocatoria. De todos modos en el blog de Gus podéis leer el trabajo de otros compañeros:
http://callejamoran.blogspot.com/
http://callejamoran.blogspot.com/
Un abrazo a todos y hasta pronto.
Hola Ardilla, que poco me gusta la mentira, bueno... poco, no; nada.
ResponderEliminarPero como decia mi difunta madre: se coge antes a un mentiroso que a un cojo.
Besitos
el lio de Abi
Odio la mentira en todas sus formas,me parece una manera cruel y ruín de engañar a otros.
ResponderEliminarBesos y cuídate.
Hola Ardilla
ResponderEliminarLa mentira es lo peor, cuando alguien te miente te sientes defraudado completamente, pero los libros, esos no nos mienten jamás, nos prometen un mundo mágico de sueños y eso es lo que nos dan.
Un beso de Mar
A mí no me gusta la mentira, ni disfrzarme de nada. Porque aunque te disfraces y la gente te vea disfrazado, puede ocurrir que surjan malentendidos, que nadie entienda la farsa o la broma y, al final, tengamos si cabe más problemas que con la mentira. Así que, yo tinto y en botella, claro y transparente y a quien no le guste que no me ajunte, que no es obligatorio, jajaja. Un beso y que se te arreglen tu situación, ánimo!!!
ResponderEliminarVaya, abriremos un sindicato de temporadas difíciles. No sé que pasa pero ya llevo viendo esta situación en varios y varias blogomigas. Me disgusta la tristeza y más la mentira.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bien,estoy de acuerdo con las primas hermanas de la mentira como la farsa y las ficciones que solo intentan simular situaciones para que cuando nos encuentremos con la verdadera y real mentira la descubramos a tiempo antes que el daño se lleve a cabo.
ResponderEliminarramo de dalias
En pocas líneas nos haces una interesante disección, las mentiras de verdad, las que duelen, y las otras, las que nos hacen soñar. Y no hay más.
ResponderEliminarAnimo y a ver si pasa el temporal y te llega un anticiclón largo, largo.
Un beso grande.
Pues animo y para arriba que las ardillas son laboriosas y felices...
ResponderEliminarLa mentira duele, lo peor que de tanto decirlas al final muchas personas se las creen eso si es malo, lo bueno es que se descubren ellos mismo a la larga...asi que al final nadie le hace caso.
Primavera
Pero la simple diferenciación entre mentiras y ficciones es ya un importante aporte para este tema juevero!
ResponderEliminarUn abrazo.
Ardilla, describes bien el resultado de la mentira, solo implica dolor, desazón,
ResponderEliminarLos libros...yo no llamaría mentiras a lo que vemos en los libros, nos gustan y nos llenan porque en ellos leemos fantasías, fantasías de otros pero desde el principio sabemos que lo son y no nos llevan a la decepción .Un besito
Disculpada quedas, pero por ser tú ehhh¡¡ jejeje
ResponderEliminarBesicoss
Ardi, ánimo.
ResponderEliminarTómate una buena dosis de verdades, ficciones amables, sueños estimulantes, incluso alguna mentirijilla de color azul pálido, mézclalo con un poco de tiempo y ya verás...
Besos
Hay mentiras dolorosas y hay verdades que duelen. También hay formas de decir las cosas.
ResponderEliminarPuedes omitir algunos detalles para no dañar, la verdad también puede ser usada como arma, cosa que detesto mucho más que la mentira, porque algunos lo hacen adrede.
No me gusta la mentira, ni aún la que parece inocente, pero no soporto a quién usa la verdad para maltratar.
Un beso grande, espero que superes pronto esta situación.
...bueno y ya van.... cuántas que andamos con el plafón bajo?
ResponderEliminarte lo digo de verdad: me gusta venir por aquí.
te ayuda un poco a sentirte mejor? porque es de corazón, de verdad veradera!!!
besotes
vivimos tan rodeados de la mentira
ResponderEliminarque hasta la echamos en falta cuando vemos que no aparece
Un besote, y que superes ese bache
Ardi, besos de los de verdad.
ResponderEliminarArriba, que tú siempre has podido.
Tampoco me gustan a mí Ardillita.
ResponderEliminarY sí, generan dolor. He mentido a veces y he causado dolor. Pero, sobre todo, a mí.
Espero que esa temporada pase rápido.
Lo que escribas y leas que sea por disfrutar, note sientas obligada a nada.
Yo me siento un poco así. Y me estresa.
Besos muy sinceros.
mi comentario, ardilla, te va via mail...esta sonando ahora...
ResponderEliminarmedio beso.
Siento que estés pasando un mal momento Ardilla. En pocas palabras has diferenciado perfectamente entre las mentiras que duelen, que hacen daño, que no aportan nada positivo y aquellas que no son mentiras sino universos inventados que nos trasladan a vivir vidas que no son las nuestras como las que nos proporciona la literatura o el cine.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mi en el seminario me enseñaron a no decir una mentira que falte a la verdad, así que prefiero seguir las instrucciones al pie de la letra: decir verdades incompletas no es lo mismo que mentir.
ResponderEliminarArdillita, querida amiga, verdad que lo de los tiempos difíciles es la mentira de tu entrada? dime que es verdad!! mejor dicho... dime que es mentira!! mejor dicho... que esa mentira no sea verdad... caramba ya me lié!!
Mil bendiciones de las mejores para ti de la Secre y mias
jajaja tu mentira ha sido buena. Tomate un descanso y vuelve con nosotros, de verdad, nos encanta leerte.
ResponderEliminarUn beso dominguero.
Ardillita. Un placer leer tu entrada llena de sinceridad.
ResponderEliminarLos momentos bajos, nos llegan a todos, pero no olvides que es ahí en donde la vida te brinda ese impulso. Creo que todo muere para volver a nacer.
Un beso y ánimo.