No sé de donde saqué el valor. En mi libreta dibujé un corazón y dentro le escribí con letras de imprenta: -Alberto, me gustas mucho-. Después, a la vuelta del recreo, aprovechando que nadie miraba lo metí en el bolsillo de su chaqueta. Escondida tras el libro de historia y con la cara encendida como las rosas de mayo observé su reacción desde mi pupitre. Recuerdo la expresión de su rostro al abrir el pliego de papel; una mezcla de curiosidad, recelo sagaz y sorpresa. Desde ese instante fui incapaz de mirarle sin que bailaran cada uno de mis huesos.
Ha pasado mucho tiempo. Aquel dibujo fue la semilla de un amor vital y apasionado, mantenido en brasas junto a las arrugas, la enfermedad y la vejez. Alberto ya no lo recuerda. Sólo de vez en cuando el olor de los lápices de colores de nuestra nieta, la mochila con sus libros, o la imagen de los niños que la rondan los fines de semana, lo rescatan de la dimensión desconocida en la que vive y lo traen de regreso. Entonces me habla de la niña pecosa con coletas que le robó el corazón y a cambio le entregó el suyo dibujado en un papel. Tal vez sea cierto que los primeros amores nunca se olvidan.
* * *
Más "regresos" en el blog gustavo en micro
O cuando escribiamos una cita en la palma de la mano, dulces recuerdos, cariños.
ResponderEliminarMe has emocionado Ardi,últimamente estoy con la lágrima floja..aquellos años donde la inocencia nos hacía creer en princesas y príncipes.
ResponderEliminarUn lujo leerte.
Besos.
Ardi... precioso y tierno.
ResponderEliminarUn beso
Muy emotivo, Ardi. Mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Para escribir así, hay que sentir mucho.
ResponderEliminarUn abrazo Ardi.
En mi opinión lo tuyo son los mircro, me encanta cuánto transmites en tan breves líneas.
ResponderEliminarEste me ha gustado muchísimo, me ha transportado a la niñez y a esos amores infantiles.
¿Sabes que micro recuerdo tuyo? El que escribiste en Pronombre del Escritor que hablabas de unas muñecas, me fascinó.
Besitos, preciosa.
Precioso y entrañable y muy bien escrito. Felicidades. Un abrazo
ResponderEliminarDulces amores, tierna inocencia...
ResponderEliminarSabes captar la atención del que lee de tal modo, que puede sentir esas sensaciones, como si las estuviera viviendo en realidad.
Precioso relato Ardillita, me has emocionado enormemente.
Un abrazo fuerte, fuerte.
Todos creo que nos hemos vistos reflejados en esa bella historia...
ResponderEliminarYo también dejé una notita...
Pero mi nota np surtió el efecto.
Pero no me arrepiento, la vida me tnía reservado una cosa mejor....
Besitos
Con tus letras has pintado un recuerdo color sepia que permanecerá por encima del tiempo y del espacio.
ResponderEliminarCuántas más mariposas, más se anclará en el alma como un regalo de globos de colores.
;)
Hola Ardi, pues ahora que lo pienso, pues no se si recuerdo el primer amor ¿o era el segundo? vaya memoria la mia.
ResponderEliminarUn beso
el lio de Abi
Ese olor de los lápices de colores Alpino no se me olvida. Gracias a ese mensaje nació un amor de por vida, fué atrevida la niña pecosa, !bien hecho! dulce Ardillita.
ResponderEliminarUna historia sencillamente conmovedora. Bsito.
Que bonito¡¡¡ que tierno¡¡¡ que dulce¡¡¡ QUEEE ROMANTICOOOO¡¡
ResponderEliminarUn relato precioso y lleno de amor, me has emocionado Ardilla, y mucho¡¡
Besitos grandes y gracias por escribir algo tan bello¡¡
A Salto De Mata
Halaa¡¡ Que maravilla ardillita. La esencia pura del amor concentrada en unos trazos de lápiz. Si es que no hay nada como el despertar de ese amor en la infancia.
ResponderEliminarAbrazoss
Precioso relato, conmovedor.
ResponderEliminar¿Tanto se parecen los amores de la infancia a los de la vejez?
Ojalá.
Ah, qué frescura, casi me había olvidado de los amores infantiles. Yo creo que he vivido toda mi vida enamorada, es como el alimento para mí.
ResponderEliminarBesos.
Un prcioso microrrelato, lleno de
ResponderEliminarrecuerdos inolvidables, bendita la
inocencia de los niños, un mundo
totalmente distinto al de los adultos, me has echo recordar los
tiempos pasados, un placer leerte.
feliz semana.
Hola Ardilla.
ResponderEliminarMe encanta leerte. Me da igual que sean relatos cortos, largos o un poema. Llegas, sutilmente, al fondo del alma.
Ese amor apasionado, mantenido en brasas junto a las arrugas, la enfermedad y la vejez, es el justo premio que mereció aquella intrépida pecosa con coletas.
Un fuerte abrazo, amiga.
Maat
P.D. Voy mejor. Lenta, pero segura. Gracias por tus letras.
Me encanta Ardilla, me has transportado a una época maravillosa en la que las mariposas volaban en el estómago con tan sólo verlo.
ResponderEliminarAbrazos.
Ayyyyyyyyy !!!!!!!!!
ResponderEliminarniña que hermos relato , me ha fascinado , me dieron ganas de llorar .... me dejo con un hermoso sentimiento en el corazón ......
MUCHASSS GRACIASSSSSSS .....
Profundamente conmovedor, esa escena final es absolutamente genial.
ResponderEliminarNada tan puro, tan intenso, y tan prometedor como el primer amor....
Un abrazo y gracias.
Si, es cierto, no se olvidan, con dibujo o con tirón de coletas.
ResponderEliminarY a todos ellos les acompaña la misma pregunta: ¿que hubiera sido si...?
Precioso regreso a la infancia.
Besos
Envejecer es un largo viaje a la niñez cuando nuestros sentidos apagan las velas de la memoria hasta llegar al inicio.
ResponderEliminarUn abrazote
leches, leches y leches...la c0ndensaci0n llevada al p0der, ardilla¡¡¡
ResponderEliminarn0 se c0m0 se c0nsigue decir tant0 en esta exacsez de palabras...es alg0 que 0s envidi0 cuand0 a veces me s0rprendeies asi y de esta manera, y que valga la madita redundancia...
medi0 bes0, ardilla, mi primera c0nduct0ra
Nunca se olvidan y mucho mejor... es lo más puro de la vida, la inocencia que luego perdemos y nunca vuelve.
ResponderEliminarPrecioso micro amiga.
Un abrazo.
Ciertamente, aquella primera vez, que con aquella chica, me he citado, no lo olvido.
ResponderEliminarEn mi caso, por lo demás, guardo su imagen de colegiala en una foto.
Fue en el patio de nuestro colegio, durante aquellas fiestas de nuestro patrón.
Desde entonces, no la he vuelto nunca a ver
A mis ojos, por si fuera poco, si la miro en esa foto, la conciencia de este tiempo que ha pasado, a mí no me vejece en modo alguno.
Ardilla, me ha pasado un poco, como a tu personaje.
Tésalo
Antes de nada quiero dar la bienvenida a ROBI y a Ricardo Miñana. Siempre gusta ver "caras nuevas".
ResponderEliminarPermitidme que os conteste a todos en un comentario general.
Celebro que os haya gustado este "micro", lo cierto es que con tantas idas y venidas por España y Francia no sabía sobre qué "regreso" escribir y al final surgió este desvarío. Mantener el amor tantos años es una quimera y más difícil ha de resultar encontrarlo a tan temprana edad; pero también es raro clavarse una aguja de coser en el trasero al sentarse en el asiento del autobús escolar y a mi me pasó. ¿Por qué no dar una oportunidad a una niña de ficción?. Soy una romántica incurable, ¡qué le voy a hacer!.
Gracias por vuestras palabras.
Un abrazo y buen fin de semana.
Este blog despues de visitar muchos esta tarde me ha llenado de ilusión y me ha hecho la tarde más amena, es muy interesante y me quedo como segidora para poder entrar y empaparme de todo lo bueno que por a quí se respira, buen trabajo mis Felicitaciones.
ResponderEliminarYo tengo dos blog uno se llama:"LOS CUENTOS DE NATI" si te gusta y deseas quedarte entre mis amig@s estaré esperandote con los brazos abiertos y el otro es mí blog de premios, uno te lleva al otro y si quieres tienes premios que puedes llevarte a tu blog.
Hasta pronto un beso Nati.
Ay, Ardi, que relato... Cómo me gustaría volver a esa época de colegio, donde una mirada te hace perder un mundo, o donde una lágrima te derrumba una vida.
ResponderEliminar¿Sabes? Se llamaba Sergio y no me hacía ni puñetero caso. Si volviera a verlo le diría que con él aprendí algo: que sólo con el tiempo, cuando los ojos toman un buen enfoque, estamos preparados para distinguir la piedra de la perla.
Un abrazo y precioso relato (me gusta mucho como escribesss).
Un micro realmente enternecedor, enhorabuena por saber expresarlo de forma tan vitalista como el segundo parrafo.
ResponderEliminarSí, creo que el primer amor, nunca se olvida.Yo aun lo recuerdo, sobre todo cuando abro alguna cartuchera, con ese olor tan peculiar... Hermoso, muy bello y romántico. Así vale la pena regresar.
ResponderEliminarUn abrazote de medianoche.
Ardi, ¡que bonito! me enternecen tus palabras y me llenan de amor y esperanza. Precisos.
ResponderEliminarPerdona que no haya venido antes a leerte pero ya sabes, el trabajo a veces es mi carcel.
Por cierto gracias por fijarte en la equivocacion d emi nombre ...jajja
besos
Precioso retorno a la niñez, al primer y en este caso definitivo amor. No es nada fácil contar una hermosa historia como esta tuya en dos cortos párrafos. Te felicito por ello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, soy Nati en mi nuevo cuento queria hacer un giño a tu interesante blog espero que te guste la idea que he tenido.
ResponderEliminarHasta pronto besos.
En mi libro de consultas
ResponderEliminarLo utilizo como marcador
Un papelito celeste
Que con letra de molde dice
Estas en mi corazon!!!
Un relato muy tierno, que transmite mucha sensibilidad, manejas bien las palabras.
ResponderEliminarUn beso.