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martes, 23 de febrero de 2010

El extraño caso del camaleón gregoriano

El camaleón apareció entre los bultos de la hermana Nieves; la nueva monja que vino de la misión africana. Ella sabía que esos bichos no eran temibles, se alimentaban de insectos y trozos de fruta y lo más importante; no eran ruidosos. La paz del claustro no se vería afectada; sin embargo la madre superiora no permitió que pasara la noche en el interior e instó a la recién llegada a dejar al lagarto de ojos globulosos en el jardín.  El verde y estrábico animalito quedó libre, paseó entre las flores, cazó hormigas, saltamontes y otras piezas que se cruzaron en su camino y saciado, trepó a un ciruelo y se durmió en una de sus ramas. Nadie imaginaba lo que ocurriría al día siguiente.

La campana anunciaba laudes cuando el camaleón despertó. Desde lo alto divisó con su ojo izquierdo a una comitiva de monjas, que una a una penetraba por la puerta de la capilla hasta desaparecer de su ángulo visual; se asemejaba a la hilera de hormigas que con el ojo derecho veía transitar sin descanso por el tronco del árbol. De repente una religiosa se acercó al camaleón. Este impasible, lanzó su pegajosa lengua hacia ella y en pocos segundos, sólo las alas verdes que asomaban por su boca delataban el paso de la mantis por el lugar.
El escamoso huésped oyó un sonido maravilloso en medio del monacal silencio. En la selva no había escuchado nada parecido y su curiosidad lo animó a trepar por el muro hasta las vidrieras. Por un cristal roto irrumpió en el interior del oratorio en el mismo instante que las aniñadas voces de las religiosas entonaban:

“Pange lingua glo ri o si
Corporis misterio-un
Sanguinisima pre ti o si
Quem in mundi pre-ti-um”

El camaleón se estremeció como nunca. Con los ojos vueltos, y extasiado por las voces que brotaban de las gargantas de las monjas, ofrecía sinuosos tornasoles al ritmo de los acordes gregorianos. Tonos azules, amarillos, malvas, verdes, dorados… centelleaban como luces de navidad sobre su rugosa piel. Las hermanas enmudecieron.

—¡Es obra del demonio! —Exclamaron las novicias santiguándose.
— Le pido perdón madre, yo no sabía…—se excusó presa de espanto la hermana Nieves.
—El diablo no entra en la Iglesia, esto es obra de Dios. — Arguyó la madre superiora pensando en qué partido sacar de las habilidades del reptil.

Un camaleón corriente hubiese muerto al cabo de cuatro años; sin embargo el gregoriano es especial. El fenómeno llegó a extramuros convirtiéndolo en una estrella. Desde entonces sale cada año de gira con el coro de las monjas exibiendo sus colores en los conciertos.

* * * *

Un relato un tanto extraño y como otros, también es el resultado de un ejercicio. En este caso se trataba de combinar las palabras camaleón y monja.  Como indica Ramón, mi profesor del taller literario y explico yo también en mi comentario, él no propone las palabras con las que se ha de trabajar, eso es obra del azar. El alumno las elige en el diccionario o en un libro. Lo que da Ramón es la fórmula para unirlas y a través de esa unión, construír un relato. Es una combinación de magia y trabajo, no hay otro secreto.

25 comentarios:

  1. Los colores...ni entran ni salen,
    relucen con la luz,
    que un dia los pare.
    como la música..como las palabras,
    que brotan de la fuente,
    donde la belleza nace.

    Como tu manantial,
    como tú lo haces.

    Un abrazo.

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  2. ¡Qué bueno, Ardi! jajaja...

    "Pecata minuta" resultó ese camaleón gregoriano para las monjitas, seguro que además acabaron bautizando al interfecto.

    Me encanta como describes, como sacas las palabras de tu chistera cual conejito blanco radiante,como las engalanas y les unes sus manecitas ;=)...

    Y por supuesto, todo un lujo leer este relato ¡con la guitarra de mi querido Mark Knopfler de fondo!

    ¡Eres una artista!

    Oye, ¿sabes qué siempre he querido tener un camaleón como mascota?

    ;0))

    Un besito...¡me voy a dormir que ya son horas!

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  3. jajajajaa....a quién se le ocurren estos ejercicios! jejejee...camaleón y monja!!!...qué difíciles de relacionar!...pero aquí lo has hacho maravillosamente!

    Un abrazo!

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  4. El ejercicio es extraño, pero tu has relacionado perfectamente las dos palabras y el relato es como un cuento.

    Las monjitas encantadas con el camaleón multicolor y nosotros tambien.

    Enhorabuena, Ardilla.
    No hay ejercicio que se te resista.

    Besitos

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  5. Ardilla, vas a tener que explicar un poco el ejercicio. La verdad es que proponer directamente dos palabras tan dispares más que un juego literario parecería una "tortura literaria". Sí, el azar nos puede proporcionar palabras de asciaciones muy complejas; pero ahí está la dificultad para crear un relato, que en este resolviste de manera estupenda.
    Un abrazo,
    Ramón

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  6. Genial el relato! Y obviamente genial la invención de la escritora porque relacionar camaleón y monja jamás se me hubiese ocurrido :)
    Besos

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  7. Hola Ardilla, pue lo has logrado con matricula de honor, por lo menos, ya te digo.

    He recodado la canción del Pangue Lingua que interpretaba Mocedades en su primera época.

    Un besazo
    el lio de Abi

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  8. Hola Ardi
    menudo ejercicio, a mí me hubiese resultado imposible unir esas palabras en un relato y tú lo has hecho maravillosamente,.
    Me ha encantado

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  9. Me ha gustado especialmente el juego de palabras: "De repente una religiosa se acercó al camaleón. Este impasible, lanzó su pegajosa lengua hacia ella y en pocos segundos, sólo las alas verdes que asomaban por su boca delataban el paso de la mantis por el lugar"

    Por un momento pensé que el camaleón se había tragado una monja, jejej. Excelente, un ejercicio muy bien resuelto.
    Besos

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  10. PLAS, PLAS, PLAS

    Una absoluta genialidad, si es que los ejercicios del taller a veces resultan la mejor inspiración.

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  11. Gracias por vuestros comentarios, son muy alentadores.

    Si, como indica Ramón, mi maestro, el jamás propone las palabras que has de utilizar. Se trata de elegirlas al azar en el diccionario o en un libro. El sólo da el truco para unirlas y a través de esa unión construir un relato.

    Magia y trabajo, no hay más.

    Abrazos a todos.

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  12. ¡Qué relato tan divertido y original has logrado! Me ha gustado mucho. Por un momento yo también pensé que el bichejo se había zampado una monja!! jejeeje

    Un beso, Ardi.

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  13. Muy bueno, enhorabuena. la conexión de mis neuronas también funciona así, más duro es el reto mejor me sale!!!

    Besos con mucho calor y los almendros floridos.

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  14. Hola Ardilla
    Muy apañadas las mojas, le supieron sacsar provecho al camaleón, ahora que tú lo has hecho de maravilla, con esas dos palabras has montado un relato excelente.

    Abrazos.

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  15. Es buenísimo, una genialidad, Ardilla.
    Un abrazote

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  16. Me encantan esos bichos, ya me gustaría tener uno de ellos pero si viene acompañado de monjas, que se queden todos en el convento.
    Muy original tu entrada
    Un abrazo

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  17. jeje, menos mal¡¡ Ya pensaba que lo iban a quemar en la hoguera¡¡

    Me gustó tu relato, diferente y original.:)

    Abrazossssssss

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  18. Buena relacion de dos palabras tan distintas.

    Buena imaginacion


    Besicos


    A Salto De Mata

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  19. Hay quien dice que cuando un camaleón altera sus colores en forma maravillosa es que esta iniciando su cortejo nupcial.
    Un saludo

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  20. Pues te ha quedado la mar de bien esa combinación. A veces hay animales que por su fealdad parecen hechos por el demonio; sin embargo las apariencias engañan.
    Un beso

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  21. Sin lugar a dudas un ejercicio de magia convirtiéndolo extrañamente agradable el relato.


    Un abrazo

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  22. Pues un fabuloso relato, me gustó mucho

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  23. Con este relato tan genial te dejaba una bolsa entera de frutos secos!

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  24. "gustavo en micro" http://callejamoran.blogspot.com
    Gustavo lidera a partir de ahora mismo, mi convocatoria literaria.
    "¡Este jueves, un relato!" ya se trata, en consecuencia de un asunto exclusivamente suyo.
    El cuenta por lo tanto, con mi total respaldo y mi agradecimiento.


    Tésalo

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  25. Extraordinaria tu habilidad para unir dos palabras tan dispares. Casi la misma habilidad que tú, demostró la madre superiora al saber sacar provecho del tornasolado camaleón para sus propios fines. Obra de Dios, eso dijo.
    Un abrazo.
    Pepe.

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