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viernes, 4 de diciembre de 2009

Sábados Literarios - Cuento de Navidad

Mercedes Martín Alfaya nos ha propuesto este mes construir un cuento de navidad. No me gusta demasiado la navidad, supongo que mi texto ha sido un reflejo inconsciente de ello. 

El espíritu de la navidad

Recuerdo que me dolían los pies. Llevábamos seis horas cubriendo la zona que teníamos asignada esa semana. Desde la cafetería hasta la tienda de flores, pasando por la consigna y el hall de la puerta número 1, donde un precioso abeto de casi tres metros decorado en una sinfonía dorada y roja, presidía la entrada.

Salvo por las veladas molestias de mis extremos inferiores, lo pasaba bien en mi trabajo. A Felipe, mi compañero, le gustaba inventarse historias según el aspecto y la cara de la gente. Competíamos a ver quien la imaginaba más divertida, más melodramática o más descabellada; pero desde que todo quedaba sumergido en la atmósfera navideña, ni él ni yo éramos capaces de inventar nada.

Las parejas se dirigían a los estantes de juguetes con la inercia que daban las fechas, buscando regalos, comprobando precios, discutiendo por los mismos… Por los pasillos del sector de alimentación tampoco se percibía entusiasmo en los rostros. Señoras comprando langostinos, sus maridos con claros síntomas de aburrimiento aguardando apoyados en los carros. Madres herméticas al llanto de sus hijos que reclamaban este o aquel juguete. Veíamos mucha gente al cabo del día y ninguna cara feliz. Sus miradas parecían huecas; sin embargo de vez en cuando sucedía el milagro.
¡Mira Julia, míralo bien!
¿Que mire que?
¡Su cara! Felipe me señalaba un bebé cautivado por la magia de las pompas de jabón que un oso gigantesco lanzaba frente a la tienda de ropa infantil.
Ahí lo tienes… Ahí está el espíritu de la Navidad. En el gesto inocente de ese niño
Mi amigo utilizaba bien las palabras y conseguía que acabase el turno con una sonrisa.

Después de firmar la hoja de asistencia a la salida, nos despedimos con un beso. Quedamos en vernos para tomar un café al día siguiente, de vuelta de la casa de sus padres. Un conductor borracho invadió el carril contrario y provocó un accidente del que mi colega y amigo no logró salir con vida.

Este año, me han asignado la misma zona. Mi nuevo acólito es un soso, dice que inventar historias sobre la gente es una estupidez y se limita a rellenar la hoja de control. En el hilo musical suenan villancicos en bucle y la imagen del abeto no hace más que deprimirme. Echo de menos a Felipe y nuestras risas. Aún me quedan dos horas y ya no siento mis pies.

Busco la sonrisa del niño de las pompas de jabón y no la encuentro. Temo formar parte del colectivo de personas de mirada gris y vacía. Quiero acabar mi turno. Quiero irme a casa. Quiero meterme en la cama. Sólo me apetece dormir.

Si quieres leer todas las contribuciones a esta salida navideño-bloguera, visita  Blogger-cuentos de Navidad 2009

37 comentarios:

  1. ¡Ja! Te invito a ver mi relato, se acabaron los cuentos dulces para golosos empedernidos, la busca de la felicidad no necesita tanta purpurina ni luces fosforescentes.

    Un abrazo de sol.

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  2. Hola, mi niña:

    Pues sí, un cuento impecablemente escrito. Sin embargo, es cierto que deja un resabio algo amargo y triste en el alma, Ardi.

    Me quedo con la mirada del bebé en mi ánimo y con las pompas de jabón de todos los colores en mi corazón...

    Un abrazo XXL ;=)

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  3. Ardillita, lo de las navidades hace tiempo que me deja o indiferente o indignada por ese tobogán estúpido de gastos en los que nos metimos, y digo metimos !cruzo dedos! Una trampa, porque lo que es ese cándido "espíritu" de los buenos deseos y las felicitaciones (no suelo enviar ni una) se desvanece el 7 de enero. No soy ceniza, es lo que pienso y no quiero morderme la lengua ¿De dónde salió ese dorado mito y en qué se ha convertido? ¿Lo creemos al cien por cien o seguimos aquello llamado "costumbre", árbolito, belén, campanillas y reyes magos? Hecemos las cosas por inercia.
    Conste, no es la p...crisis, es exámen de conciencia.
    De todos modos, Ardillita, las pompas de jabón siempre existirán, porque tanto en verano o como en navidad hay un niño que las mira y se fascina, esa inocencia se merece "el espíritu de la navidad" o el espíritu del juego de la sorpresa pura.
    Te felicito por la reflexión y por lo bien escrita que está. Voy a leer a Mimí. Bsitos con polvo de estrellas del soltício, eso sí que es verídico, la noche más larga y las estrellas más tiempo en nuestros ojos.

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  4. Hola Ardilla,

    Mmmmmm, parece ser que la Navidad en general no es tan aceptable por la mayoria como yo creía.
    Parece que se ha perdido el espiritu navideño,en general, y quedamos solo unos pocos romanticos que nos gusta pensar que es bonito que la familia se reuna, aunque solo sea una vez al año.
    A mi si que me gusta la Navidad.
    No por las compras, ni por su connotación religiosa, sino porque creo que son dias para reflexionar, para perdonar y unir a las familias.
    Ese es mi espiritu navideño y espero no perderlo nunca.

    Tu cuento me ha parecido muy triste.Pero seguro que Ramón te pone un sobresaliente, porque escribes muy bien.

    Gracias por tu aclaración sobre la pajarita, jajaja.

    Besitos

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  5. Hola Ardilla, algo si que se te nota, jajajaja, pero aún así es un buen cuento, que se lee con facilidad y hace que veas las imágens de lo que estas leyendo ¿que mas se puede pedir?.

    Un beso

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  6. Muy bello el cuento, excelente texto, os animo a seguir porque las navidades estan a la vuelta de la esquina.
    un placer pasar por tu casa

    Que tengas un feliz fin de semana
    un beso
    RMC

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  7. El espiritu de la Navidad siempre existira, solo que para muchos no es una epoca muy alegre. Mi hijito es su primera Navidad con Papa y Mama, aunque falten los demas. Esta re emocianado con sus 2 y medio añitos, en el encuentro mi espiritu de Navidad. Besotes

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  8. Bueno, a mi tampoco me gustan mucho estas fiestas. Antes si, ahora me pongo melancólica, supongo que recordando toda la gente que ya no está.
    Tu cuento está muy bien escrito, es triste si, pero a mi me gustó.
    Y concuerdo con que el espíritu de la navidad hay que bucarlo en los niños (como sugiere el personaje) ellos lo conservan todavía.
    un abrazo

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  9. Un relato muy bien construido, ademas me gusta porque a pesar del final triste muestra una situación realista. Besinos reina del bosque.

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  10. Creo que te gusta la Navidad, tanto como a mí. Sin embargo, tengo la sensación de que alguna vez, he sentido su espíritu, muy cerca.
    Tu relato me ha creado una mezcla de emociones, que siempre me hormiguean por estas fechas.
    De todas maneras, me suele ocurrir que cuando acaban siento alivio y tristeza.
    Un fuerte abrazo.

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  11. Yo soy una fan de la navidad, me encanta. Pero con tu cuento confirmo de que escribas lo que escribas siempre es un texto que tiene calidad y gracia. Siempre hay mucho sentido y una historia que vale la pena leer.
    Apapachos

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  12. Suele correrse el riesgo de perder el verdadero espíritu navideño tras el oropel de las luces y el consumismo.
    Muy buen mensaje el de tu relato.
    Espero no corresponda con tu realidad.

    un abrazo!

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  13. ¿Por que tenemos que polarizarnos? Nos gusta la Navidad, no nos gusta la Navidad.
    No creo que sea esa la cuestión. Por encima de oropeles y parafernalias, la navidad es una epoaca más, un momento en nuestra inmesa existencia. Quizas el unico momento, que por la vida que llevamos, nos acerca a nuestra familia, amigos o a nuestros primeros años en los que reamos los reyes de la casa. A recuerdos casi borrados, a esperanzas no alcanzadas, o a deseos satisfechos.
    Aunque no te guste la Navidad siempre hay gente que disfruta con ella, no ya con compras, ni regalos, sino simplemente poniendo una figurita en un belén para sus
    hijos o nietos o colgando una bola en un árbol o guisando un pavo para los suyos, que de otra forma no lo haría.
    Que sigue habiendo pobreza, por supuesto, enfremedad, por supuesto, muerte, por supuesto... pero eso lo hay todo el año, ¿Por qué magificarlo ahora? ¿Por qué justificar el no disfrute por ello?
    Menudo rollo te he metido..jaja
    En el fondo creo que todos creemos en "algo" llamémosle como queramos, que nos ayuda a ser un poquito más felices.
    Besos con sonrisa

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  14. Excelente relato, indistintamente de como se reciba el fondo del mismo, lo que cuenta es lo que trasmite y éste emociona por el desenlace y estimula por la sonrisa inocente.

    ¡Porqué en Navidad o fuera de ella simpre habrá un niño sonriendo!

    Abrazos

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  15. Seguro que después de dormir, buscó de nuevo la sonrisa del niño de las pompas de jabón, porque se puede vivir sin la purpurina, pero no sin esperanza....
    una pompa de jabón para ti, de mi.

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  16. Hola Ardilla
    También pienso que la navidad ha perdido su verdadero sentido, así que cualquier día es bueno para comer en familía, hacerse un regalo y compartir con los demás.

    Tu relato lo describe muy bien, me ha gustado.
    Un abrazo.

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  17. - ¿Y en las luces de neòn de azul intenso sobre el cèspel, a la sallda, acaso no miraste?
    - Bueno, sì.
    - Te has fijado con què gracia esa empleada envuelve de papel regalo unos obsequios.
    - Claro, claro..
    - Tapèmonos bien con la bufanda, que ahora en la zona de la entrada suele haber mucha corriente.
    Caminemos..

    Ardilla, un poco por anticipado, te deseo unas fiestas agradables,

    Tèsalo

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  18. estaba y0 en madrid, ardilla, y me t0caba trabajar...era ayudante de c0cina...para mi las navidades significaban trabaj0 y decir que l0s demas estaban "pasand0se bien"
    nunca vi, n0 recued0 unas s0nrisas entre mis c0mpañer0s, ni mia mientras trabajaba, ni un atisb0 de navidad.inclus0 mientras descansaba, pensaba en dia de mañana:0tra vez al trabaj0. que asc0¡¡¡
    asi que 0jala hubiera tenid0 un c0mpañer0 c0m0 ese que las palm0 de tu relat0...u 0jala hubiera sid0 y0 ese c0mpañer0, n0 el que se mat0,, si n0 el de la s0nrisaa¡
    bes0s medi0, ardilla

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  19. De la navidad, Ardilla, para mi sólo se salva la máquina del tren que nos ofrece cucuruchos de castañas..., al igual que tú, también me vuelvo gris, gris como el cielo de orballo en esta "terriña". Sí, todo se enciende con la sonrisa de un niño; quizás tengan razón los protagonistas de tu cuento, quizás esa sonrisa sea la auténtica Navidad.

    Bikiños

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  20. Hola Ardilla.
    Que cuento tan triste, la navidad siempre nos hace pensar en los que ya no están, pero en mi familia pensamos que ellos querrian vernos disfrutar, además mientras haya niños la ilusión y la alegría al ver sus caritas siempre nos invade.
    Quizá es que tengo unos cuantos que todavía miran alucinados las pompas de jabón que echa el osito, pero yo vivo las navidades con alegría e ilusión, me encantan las luces, los villancicos y reunirme con la familia.
    Un beso de Mar
    Por cierto, el relato aunque triste me ha encantado

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  21. La Navidad es la época del año que más suicidios hay y es principalmente ese "obligado" espíritu navideño la causa. Las personas que están solas, se sienten más solas en estos días, su tristeza y soledad se agudiza.
    Bueno, esta es mi humilde opinión.

    De todos modos el cuento me ha gustado mucho, y es que no hay cosa más bella que la sonrisa de un niño.

    Un abrazo

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  22. Gracias queridos/as, por vuestros comentarios.

    Quiero aclarar que me encanta cenar con mi familia y contar chistes alrededor de la mesa, pero no más que el resto del año, la verdad.

    Abrazos de turrón y caramelo.

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  23. Ya ves yo encontré la sonrisa que tu perdiste, a veces la vida es muy injusta.
    Triste relato pero muy real.
    Besotes.
    Paola.

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  24. Es ya un clásico navideño oírte protestar contra las fiestas, de viva voz o por medio de tus personajes. A ver si algún año encuentras el vaso medio lleno, no sé, mira detrás del árbol o de los turrones o ...

    A mí también me gusta todo lo que escribes (y así podíamos estar todos los días, jaja).
    Un beso.

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  25. Por que a muchos, se nos escapó la sonrisa dentro de una pompa de jabon y buscamos al niño que llevamos dentro para echarle la culpa.
    Quizás esta Navidad seamos los protagonistas de la historia en otros ojos.
    Un beso

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  26. Me sumo al comentario de Teresa Cameselle. Y además añado: ¿ De qué vale escribir bien para "darle las Pascuas" a los demás? Sigue escribiendo bien y canaliza tu ironía para despertar sonrisas. ! Voy a coger mi escoba y voy a volar sobre tu blog con detenimiento. Pides nueces, avellanas, almendras, piñones... ¿Y tú que das?

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  27. Ardillita, me ha encantado tu cuento.
    Recibe un abrazo este diciembre y toos los diciembres.

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  28. Me ha gustado mucho este cuento.
    A la protagonista le diría que tenemos que ser como el niño que encontró y sonreir por las cosas sencillas.

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  29. Hola Cati, me desdibuja tu escrito por la soledad espiritual que refleja. Entiendo pero no comparto. La Navidad es la celebración del nacimiento de Jesús en Belén; como es bien sabido, se trata de un bebé que viene al mundo en función de una dimensión de infinitud; para realizar el sueño, siempre buscado, de la felicidad total de cada uno de nosotros; pero esa utopía hallada, se hace esperar en el tiempo y el espacio, hasta que todos los que deban nacer sean incorporados a la vida y hayan cumplido su misión aquí. Pero como los seres humanos, algunos, niegan la existencia de la dimensión más allá de la vida, en estos momentos de la historia, anclamos nuestros deseos en cosas del pasar y el vacío de nuestra alma lo llenamos de seres que no tienen dimensión de infinitud, en una contínua búsqueda de aquello que tenemos más a mano: la dimensión de Jesús de Nazaret y su visión y determinación ante la vida. Cuando Él, no está en nuestra vida surge el vértigo de lo no hallado, de lo no sentido, de lo no amado y todo se convierte en formalismo y en una especie de apariencia de ser que no es.

    Saludos y mi cariño.
    Jorge A Lastra

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  30. Ardi, una vez tuve un árbol de navidad repleto de bolas de colores. Una de esas bolas se rompió y me quedé muy triste. Enseguida comprendí que mi árbol tenía que seguir iluminando ese rincón de la casa, y el resto de bolas debían lucir impecables. ¿Y sabes lo que hice?... Recogí los pedacitos de esa bola rota y los coloqué en la base del árbol para que la tierra, oscura y fría, se iluminara.

    Un abrazo con goma de borrar todo lo que no consigamos transformar en luz.
    Gracias por participar.

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  31. Gracias a ti, Mercedes.

    Ese abrazo con goma de borrar, me va a venir muy bien.

    Besos

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  32. Ardillica!!!
    Me gusta leerte, me gusta venir hasta tu arbolico y traerte nueces y avellanas.
    Comes chocolate?
    Porque en navidades te traere un trozin de turron de chocolate con avellanas.
    Jaaajaaaaa
    Besos y abrazos.

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  33. Hola Fete:

    Me gusta el chocolate con avellanas, con nueces, con almendras, con leche, amargo, con naranja confitada... Puedes elegir.

    Gracias por tu visita
    Un abrazo

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  34. Jo Ardillita, que relato más triste. No se que decir... ains...


    Un abrazo

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  35. Triste y meláncolico; pero bonito. ¡Qué pena el pobre chico!. Muy bien escrito. Tienes razón el espíritu de la navidad lo puedes encontrar donde menos te lo pienses.
    Un beso

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  36. Es un poco triste, pero lo cierto es que con tanto consumismo nos estamos olvidando de lo verdaderamente importante. Está muy bien escrito, Ardi, enhorabuena.

    Un beso

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  37. Ardilla, he modificado mi comentario en algo.

    - ¿Y en las luces de neòn y su color de un azul muy intenso tte fijaste?
    - Eso sì que era bonito.
    - Con què gracia esta empleada nos envuelve unos obsequios.
    - Desde luego..
    - Tapète a la salida, que ahora suele haber mucha corriente.
    - Caminemos.

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